Por: Lala Gil – Directora de Familia
Hay una verdad incuestionable: Pase lo que pase, la vida sigue. Y ahora sigue con variables nuevas como aprender a vivir en la incertidumbre y aceptación de que no tenemos el control en lo que creíamos tenerlo. Planes cambiados, proyectos postergados o en el suelo, nos reclaman sacar lo mejor de nosotros, echar mano de las características VUCA (por sus siglas en inglés, Versatilidad, entendimiento, cambio y adaptación). Con los hijos en virtualidad y los padres en teletrabajo, debemos aprovechar para educar en las hijas esas características que, incorporadas a su personalidad, les van a permitir hacer frente a presentes y futuros inciertos.
¿Y qué tenemos que aprovechar?
- Actitud deportiva frente a los cambios imprevistos.
- Comentar con ellas noticias de actualidad sembrando optimismo y empatía con los que sufren.
- Concurso de comentarios positivos.
- Ejercicio simulado sobre situaciones hipotéticas imprevistas y cuál sería la actitud más positiva.
- Hacerles evidente como siempre de las situaciones negativas salen aspectos positivos.
- Hacer ejercicios sobre la enseñanza del supuesto fracaso que se ha tenido.
- Imaginar escenarios de solución frente a dificultades planteadas. p.e: Si debo repetir el año, ¿cómo lo hago? ¿Qué cosas positivas salen de esto?
- Identificar personas en situaciones más difíciles que las nuestras y a las cuales sea fácil llegar para despertar la conciencia social, experimentar la alegría del servicio y aprovechar las propias capacidades para darse.
Para los papás pandemia esta es una invitación a poner en práctica con sus hijos las palabras de Neruda:
“Queda prohibido no sonreír a los problemas, no luchar por lo que quieres, abandonarlo todo por miedo, no convertir en realidad tus sueños.”